La mañana del viernes, los mercados municipales del centro de Mérida, incluyendo San Benito y Lucas de Gálvez, cerraron sus puertas como medida preventiva ante el huracán Beryl. Las autoridades ordenaron la suspensión de actividades no esenciales, dejando la zona desolada y sin presencia de comerciantes, algo que no se veía desde la pandemia de COVID-19.
El ambiente en el centro de la capital yucateca era inusualmente tranquilo, con la mayoría de los comercios protegidos contra los fuertes vientos anticipados. Policías municipales realizaron rondas de vigilancia para asegurar que no hubiera incidentes, mientras la población se resguardaba en sus hogares.
Hasta el momento, solo se han registrado lluvias leves y vientos moderados en Mérida. Las autoridades recomiendan a la ciudadanía mantenerse informada y no salir de sus hogares hasta que se levante la alerta roja. Esta medida busca prevenir cualquier riesgo asociado con el fenómeno meteorológico.