Probablemente ya hayas visto un árbol maculís. Bello a la vista, de gran altura y, en ciertas épocas del año, pareciera que visten las plumas de los flamencos sureños. Sin duda, es un ser vivo que ofrece vida de calidad entre las selvas de concreto, pero además de ser un bonito ´adorno´, posee muchos otros beneficios y aquí te los contamos.
Para empezar, es importante saber que los árboles maculís poseen muchas identidades. Para algunos son conocidos como apamate, para otros mocoque, guayacán rosado o incluso maquilishuat. En la lengua maya se les llama jo´kab.
Y, aparte de tener múltiples identidades, un árbol maculís también puede jactarse de manifestarse en diferentes ubicaciones. Recorre nuestra tierra mexicana, pasa por Centroamérica y termina en el norte de Sudamérica, llegando hasta Perú.
Árbol maculís, primo de las bignoniáceas
Los maculís llegan a medir de 6 a 10 m, pero pueden alcanzar los 25 m de altura en su hábitat nativo. La corteza de sus troncos es grisácea semi-fisurada y sus hojas palmadas son las que se llenan de hipnotizantes flores rosas, mismas que les dan cabida en la familia de las bignoniáceas.
Tal vez algunos se preguntarán cómo es que de repente hay todo un mar rosa por las calles y la respuesta recae principalmente en su método de dispersión. El fruto del árbol es una cápsula lineal, cilíndrica, de 22-35 cm de longitud y contiene de 7 a 10 semillas aladas, lo que les permite esparcirse eficazmente.
Sus visualmente agradables flores aparecen en primavera y se encuentran generalmente en bosques tropicales perennifolios, tropicales subcaducifolios y caducifolios (en Canarias, España, también se cultivan).
Usos medicinales
Hablando de su composición química, un árbol maculís contiene el fitoquímico activo de lapachol, compuesto natural fenólico derivado de la naftoquinona, relacionado con la vitamina K. Una vez estudiado como posible tratamiento para algunos tipos de cáncer, pero los efectos tóxicos secundarios disminuyeron el potencial del lapachol.
A su vez, el té de sus hojas alivia la fiebre, mientras que su corteza cocida sirve para la diabetes, rebatir la anemia, malaria, tifoidea, otros parásitos y calmar hemorragias internas.
Su papel en la industria
Este es un tema de doble filo, ya que la madera de estos árboles contiene excelentes propiedades para la elaboración de muebles finos, pisos, gabinetes, chapas decorativas, construcción de botes, ebanistería, ruedas para carretas, artesanías, cajas y embalajes.
Sin embargo, la deforestación para su uso industrial y el crecimiento urbano han abonado a la disminución de sus poblaciones naturales. Asimismo, la sociedad ha perdido en gran medida los conocimientos medicinales del árbol.
Lo positivo es que actualmente es común que sean utilizados de forma ornamental en parques, jardines y linderos de propiedades. También son ordinariamente usados como planta de sombra de cultivos en las zonas bajas de la región tropical.
Así que ya sabes, la próxima vez que voltees a ver un maculís, recuerda que, además de la hermosa vista y el regalo de la sombra salvadora, puede ayudarte a combatir una gran cantidad de malestares.
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