Cuando pensamos en leyendas mexicanas puede que rápidamente se nos venga a la cabeza historias como: La Llorona, La Pascualita, El Charro Negro e incluso la Xtabay.
Pero olvidamos que dentro de la cultura maya existían otras grandes historias como lo puede ser: La leyenda del Uay Chivo o también conocida como Uay Maya o Chivo Brujo.
Historia de la leyenda del Uay Chivo
Los mayas denominaban Uay (igualmente escrito Way o Huay) a aquellos brujos que tenían un pacto con el Kisín (Diablo) y que tenían la habilidad de transformarse en otros animales.
En este caso, y como su nombre lo indica, la leyenda del Uay chivo habla de un brujo con la capacidad de convertirse en una cabra. Estos viven en el monte y, por lo general, se les ubica por atacar y comerse animales de establos.
Aquellos que han tenido un encuentro con uno han relatos que se les puede apreciar en una especia de forma humanoide.
Pero que en lugar de cara, se les puede ver con la cabeza de cabra con unos enormes cuernos, el cuerpo repleto de pelaje y, por si fuera poco, unos enormes ojos rojos.
Según cuenta la leyenda, estos brujos únicamente buscan causar el mal. Por lo que si en algún momento te encuentras con alguno, NO debes de mirarlo a los ojos. En caso de hacerlo, te podría provocar un “mal aíre”, lo que serían dolores de cabeza y calentura.
Aunque también se dice que aunque no lo mires a los ojos, estos pueden pegarte una embestida tan fuerte que termine con resultados muy graves. Esto debido a que disfrutan de ver y hacer sufrir a las personas.
Como muchas otras leyendas mayas y de nuestro país, esta comparte relación con la historia del Nahual o el Chupacabras. Quienes también son personas que tienen la característica de poder volverse animales.
Así que, si son tantas las creencias que hay sobre estas figuras, ¿puede que alguna de ellas sean reales? Cierta o no, ten mucho cuidado la próxima vez que te acerques a los montes, nunca sabes lo que te podrás encontrar.
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