El ciclismo en Yucatán se consolida como una opción turística sostenible que permite conocer Mérida y sus alrededores desde una perspectiva diferente. Cada vez más visitantes eligen recorrer en bicicleta las calles históricas de la capital, los pueblos mágicos y los caminos rurales que conectan cenotes y haciendas.
Bici-rutas en Mérida: movilidad, convivencia y patrimonio
Reconocida como una de las ciudades más seguras del país, Mérida impulsa actividades que fomentan la movilidad sustentable y la convivencia ciudadana. Una de las más populares es la Bici-ruta Nocturna, que se realiza cada miércoles y el primer sábado de cada mes. Durante este evento, avenidas principales como Paseo de Montejo se cierran al tránsito vehicular para dar paso a ciclistas de todas las edades.
La actividad se ha convertido en un referente de turismo urbano y bienestar. La ciudad cuenta con infraestructura específica para este tipo de movilidad, como cicloestaciones públicas, carriles compartidos y recorridos guiados que conectan puntos emblemáticos, entre ellos el Gran Parque La Plancha, uno de los nuevos espacios culturales y recreativos de la capital.
Rutas fuera de la ciudad: naturaleza, historia y comunidades
Fuera del entorno urbano, el ciclismo en Yucatán ofrece experiencias que combinan contacto con la naturaleza, historia y cultura local.
En Izamal, conocido como “la ciudad amarilla”, los visitantes pueden recorrer en bicicleta el exconvento franciscano, talleres artesanales y cenotes cercanos. En Homún, la llamada Ruta de los Cenotes permite explorar caminos rurales y pozas naturales, mientras que en los alrededores de Mérida destacan los trayectos hacia antiguas haciendas henequeneras, muchas de ellas reconvertidas en hoteles o museos.
Desde Valladolid también se ofrecen recorridos hacia Ek Balam y comunidades como Temozón, que destacan por su gastronomía y oficios tradicionales.
Turismo accesible y responsable
El cicloturismo en Yucatán está diseñado para distintos niveles de experiencia. Existen rutas cortas dentro de la ciudad y circuitos más extensos para quienes buscan recorridos de mayor duración. Las operadoras locales proporcionan bicicletas, cascos, agua y acompañamiento de guías certificados.
Esta modalidad turística promueve el turismo responsable, la actividad física y la interacción con las comunidades locales, contribuyendo al desarrollo económico de la región y a la conservación del entorno.
