Beisbol-en-Merida-deporte-rey

Desde la llegada del bate a las tierras yucatecas, hasta el primer batazo de los Leones de Yucatán, el béisbol en Mérida se ha ido convirtiendo en uno de los deportes más consumidos y practicado e incluso, por muchos, denominado como ‘El Deporte Rey’.

Pero para poder llegar a la grandeza, primero tuvo que poner sus pequeños peldaños. Traído a Yucatán y popularizado por familias cubanas, quiénes hacía tiempo que lo conocían gracias a tropas estadounidenses.

Inicios

El juego poco a poco se fue haciendo más conocido gracias a los niños que salían a jugar a las calles. Por desgracia, la policía, al desconocer lo que hacían, no les permitían terminar sus partidas.

Pero luego de que los padres fueran a pedir al jefe político el debido permiso para llevar a cabo el juego, comenzaría a darse más visibilidad al juego de pelota comenzando con la tradición del partido entre el ‘América’ y ‘Cuba’. Asimismo, nacería el Club Mérida, el primero en nuestras tierras.

El primer partido registrado como tal fue en 1983 entre el Sporting meridano y el Colón de Progreso, equipos conformados por hacendados y comerciantes. Para los 1900 ya era más que un hecho que este juego encantaba a los yucatecos, tanto así que en Itzimná, Caucel y Umán ya contaban con sus propias canchas.

Tal era el amor por este que durante un partido entre el Club Mérida y el Águila de Veracruz, varias tiendas pusieron sistemas telefónicos para informar sobre los resultados y movimientos del encuentro.

Época Profesional

1925 fue el año en el que se fundó La Liga Mexicana de Béisbol, no obstante, Mérida no participaría en los primeros años del torneo. Fue hasta 1954 que Leones entraría al duelo para intentar alzar su primera liga nacional gracias a Humberto Abimerhi.

Aunque una serie de altibajos haría que ‘La Melena’ desapareciera en más de una ocasión de nuestro estado. Hoy en día se ha ganado un puesto entre los equipos de mayor envergadura en la Liga.

No cabe duda de que el pasar de los años no ha hecho otra cosa más que terminar de encantar a aquellos escépticos en el juego. No únicamente practicando, sino que también el disfrutar de una visita al Kukulcán para ver un partido.

Por esto y mucho más Yucatán y Mérida comenzaron y siguen hasta día de hoy enamorados del bellísimo juego de pelota.


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