A lo largo de mi vida las personas y las redes me han hecho creer que debo ser una mujer perfecta. Es decir, una mujer que prefiere quedarse en casa que salir con sus amigos. Una mujer sin vello corporal, sumisa, piel de porcelana y un cuerpo delgado… ah pero eso sí, con grasa en los lugares adecuados.
Seamos realistas, ese es un estándar imposible de cumplir. Pasé toda mi adolescencia e inicios de adultez comparándome con otras mujeres.
“Es que ella tiene todos esos likes, y parece princesa”
“La belleza cuesta”
Adicional a comentarios de terceras personas:
“Mejor cómprate un frasco de pastillas para bajar de peso”
“Te verías increíble si bajaras un poco más de peso”
Todo esto me hizo caer en un punto muy bajo de mi vida, en la que no podía compartir una foto mía sin filtros y sin retoques. Quería llegar a ser como esas mujeres perfectas que parecen ser sacadas de una película de romance donde despiertan maquilladas y en donde el mal aliento de la mañana no existe.
Se resumió a una sola frase: “¿Qué estamos consumiendo en las redes?”
La verdad es que las redes eran mi total destrucción. Foto tras foto, like tras like y comentario tras comentario. Una ilusión.
¿Cómo nos afecta con las redes?
Hay que tomar en cuenta que la mayor incidencia del uso de las redes sociales se da entre las y los jóvenes de 16 a 24 años, esta etapa es clave para el desarrollo emocional, psicológico y social en un ser humano. Ya que aquí se construye su identidad, cómo se expresan, cómo se desenvuelven y también se construyen relaciones.
Se ha demostrado que la “idealización” de la imagen corporal tiene un impacto perjudicial sobre la autoestima, principalmente entre las mujeres jóvenes, en la medida en que 9 de cada 10 adolescentes afirman no estar satisfechas con su cuerpo.
@rottenchick666 no filters and only eye makeup
¿Por qué pasa esto?
Somos lo que consumimos. Las empresas buscan vender, nosotros consumir y se desarrolla un círculo vicioso en la cual es casi imposible de salir.
Las redes sociales nos arrojan lo que consideran que queremos.
“Escuché que quieres ir a Tulum… aquí te van los mejores hoteles a un excelente precio.”
“¿Quieres bajar de peso? Aquí te van imágenes de modelos y distintos tipos de dieta que puedes intentar”
“¿Te sientes inconforme con tu piel? Toma. Videos de mujeres con piel de porcelana que están promocionando una crema facial”
Y empiezan los clics. Clic clic clic. Así de fácil, ya contribuiste con lo que te hace sentir mal.
¿Qué puedo hacer?
Seguimos un estándar de belleza imposible de cumplir. ¿Por qué? Por una sencilla razón, porque no es real. Todo lo que vemos son filtros, retoques e imágenes bien iluminadas. Somos seres humanos, y como humanos somos diferentes.
Diferente cuerpo, mentalidad y tipo de piel. Compararse con otra persona simplemente no tiene sentido.
Consume lo que genuinamente te aporta. ¿Qué te gusta ver? ¿Frases? ¿Comida? ¿Arte? Sigue cuentas que te sumen, te nutran y te inspiren.
Que tus redes se conviertan como una parte de ti, una parte de tu mente y un espacio seguro. Y recuerda, no todo lo que vemos es real. Sé la persona que ya eres, y vive.