Cuando se habla de maestros en plasmar las capturas de la vida, ya sea en una inmensa pared o en una pequeña hoja de papel, es necesario repasar los días de Fernando Castro Pacheco.
Con él, la analogía de un todólogo en la materia encaja de forma inmejorable: pintor, escultor, muralista, grabador, ilustrador y la lista sigue.
Y, además de legarnos sus obras, el artista plástico más emblemático del sureste mexicano se vio involucrado en la creación de distintos proyectos e instituciones. Es reconocido tanto nacional como internacionalmente y aquí te platicamos los porqués.
¿Quién fue Fernando Castro?
Nacido en la cálida ciudad blanca, capital del estado de Yucatán, Mérida recibió al ilustre pintor el 26 de enero de 1918. Inició su formación artística desde los 15-16 años, en la Escuela de Pintura y Artes Plásticas de su ciudad natal (1934).
La mayor parte de sus obras resucitan la historia del pueblo mexicano, enfocándose particularmente en el pasado yucateco. Además de murales e ilustraciones, Fernando Castro también compartió su talento con los caballetes y libros, adornándolos con su creatividad.
Estilo de su obra
Clasificado en el marco del realismo, Castro Pacheco jactaba un singular estilo estético gracias a su elección de colores, líneas y formas. En sus palabras, el “trabajador de la pintura” prefería de la realización de grabados en linóleo, madera y litografía.
El estilo de Fernando siguió con sigilo la corriente de los tres grandes pintores nacionales: David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco.
Una vez sus capacidades fueron llevadas hasta la Ciudad de México, su trabajo maduró. Acto que le permitió ser parte de la Escuela Realista Mexicana. Por ende, sus obras comenzaron a poseer una visión fantástica y poética, dejando atrás los temas sociales, propagandistas y de guerras revolucionarias.
Trabajos emblemáticos
Fernando Castro fue, en muchas ocasiones, un artista bajo encargo. De ahí que obras de él, como “La Cosmogonía Maya“, vistan las paredes del Palacio de Gobierno yucateco. La cosmología es un trabajo de tres grandes pinturas, un conjunto pictórico culminado en 1978 que yace en el ´Salón de la Historia´ del edifico gubernamental.
Aunados a dicha obra, una serie de efigies realizados por Fernando a principios de los 70’s de Benito Juárez, Manuel Cepeda Peraza, Felipe Carrillo Puerto y Salvador Alvarado acompañan al palacio. Esto gracias a que el gobernador en turno, Carlos Loret de Mola Mediz, deseaba una “galería de arte moderno” para el disfrute de los ciudadanos.
Dentro de otros grandes trabajos se encuentran los cuadros Hanal Pixan, La Torteadora y Caminante del Mayab.
Logros personales de Fernando Castro
Fue cofundador y director de la Escuela Libre de Artes Plásticas de Yucatán en 1941, donde, aparte de también ser instructor, impulsó el estudio del arte al aire libre. En 1949, fue designado maestro en la Escuela Nacional de Bellas Artes, San Carlos, y, poco tiempo después en la Escuela de Pintura y Escultura de la Secretaría de Educación Pública.
Durante 1961 se desempeñó como el Director de la Escuela Nacional de Pintura y Escultura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), donde implementó cambios importantes que enriquecieron a la institución pedagógicamente.
Recibió el Premio de Grabado (1945), otorgado por el entonces Departamento del Distrito Federal. Un par de años más tarde, obtuvo el Premio de Pintura del Salón de la Plástica Mexicana, organizado por el INBA.
Gracias a su hermosa trayectoria, Fernando Castro también es poseedor de la Medalla Yucatán (1967) del gobierno del estado; la Medalla Eligio Ancona (1972) de la Universidad Autónoma de Yucatán y El Lince de Oro, que otorga la Universidad del Valle de México.
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