Este bello árbol habita en la selva tropical yucateca desde hace 120 millones de años (aproximadamente). La relevancia de la ceiba entre viejas y nuevas civilizaciones abarca lo espiritual, lo material e incluso lo curativo. Y por si fuera poco, su llamativo (y afilado) tronco es protagonista de diferentes leyendas.
Para indagar en las singularidades de la enorme planta malvácea, primero tenemos que especificar su tipo. En el mundo, existen 21 especies aceptadas de ceibos. La ceiba paisana es del tipo ´pentandra´, grupo que soporta ambientes húmedos.
A diferencia de otras ceibas, la yucateca promedia medidas más reducidas. Su tronco grueso, cilíndrico y recto se mantiene entre los 20 m de altura y 3 m de diámetro (otras especies pueden llegar hasta los 70 m de altura y 5 de diámetro).
Su antigua espiritualidad
Muchas civilizaciones prehispánicas adobaran a este árbol. Los taínos, pipiles, quechuas, nahuas y mayas (por mencionar algunas) eran tribus que veneraban a la ceiba por sus distintas creencias.
Según los mayas, por ejemplo, la ceiba (Yaxché: “árbol verde”) sostenía el universo. Tal como se menciona en el Popol Vuh, los dioses sembraron las cuatro sagradas ceibas en los puntos cósmicos.
La ceiba blanca para el norte, la amarilla para el sur, la roja para el este y la negra para el oeste. Además de una quinta en el centro de los cuatro puntos, donde yace Xibalbá (inframundo) en sus raíces, el Kab (donde habitan los vivos) en su base y la casa de los dioses en las ramas. (el Chilam Balam de Chumayel también menciona a las ceibas sagradas).
En la cultura maya, este árbol era el puente entre los 13 niveles del cielo y los 9 del inframundo. Siendo así la representación del “Axis Mundi” (eje del mundo).
Utilización de la ceiba
En tiempos lejanos, su madera era aprovechada para la construcción, principalmente de canoas y balsas. Actualmente, el aceite de sus semillas se utiliza para fabricar jabones. Así como la fibra algodonosa que las rodea para aislante térmico, acústico y para rellenar colchones, almohadas, chamarras y demás.
Leyendas
Una de las más populares es la de ´La Xtabay´. Una mitológica mujer que enamora a los hombres con sus hechizos y los guía (atontados por su encanto) hacia las espinas del imponente árbol.
Otra leyenda nos cuenta que, en Solferino, Quintana Roo, se encuentra el ´árbol milenario´. Una ceiba de 750 años con más de 35 tipos de orquídeas a su alrededor. Supuestamente, quien abrace al árbol milenario dejará se sentir todos los males que lo acompañen.
Curaciones
Su resina puede ser utilizada para aliviar dolores intestinales. Sus hojas ayudan a la cicatrización gracias a sus altas concentraciones de alcanfor y hervir su corteza puede ayudar a sanar heridas y reumatismos. También, su semilla su semilla es comestible cocida o tostada.
Hoy en día, esta especie se encuentra en constante reproducción en los viveros de la Secretaría de Ecología, quienes se encargan de donarlos a programas de reforestación.
Evidentemente, no es coincidencia que los mayas escogieran a este majestuoso árbol para representar el núcleo del universo. Su multifuncionalidad le ha servido a cientos de generaciones en diferentes ámbitos, iniciando por la espiritualidad.
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